30.11.05

Pobre noviembre

de tan numeroso nombre, con apenas 30 días.

28.11.05

Del bronce de las letras

Era imposible que la autoridad cultural lograra, en su impronunciado discurso de la FIL, derribar la serie de leyendas acerca del genio en bruto de un Rulfo necesitado de manos artesanales que corrigieran su obra e, incluso (hay quienes lo aseguran), la escribieran; tanto, como que su familia lo proteja de la crítica que, entremezclada con la literaria, se hace de su vida. (Podemos leer, de paso, de La vida del Doctor Johnson, de Boswell, las zarandeadas que el bueno de Samuel le daba a Goldsmith.) Tanto, como librarse de las irrespetuosas erratas.

Lo que sí es posible es hacer votos de clausura para Juan Rulfo: impedir ediciones que lo vulgaricen (oh pecaminosa, oh impura edición de a diez pesos de La jornada), hablar de él sólo en los conventos autorizados, revestir de bronce su figura y hacer, para su profusa difusión en las papelerías escolares, su definitiva y sacrosanta estampita. Y aun ello, Rulfo seguirá ahí, inevitable ante sus lectores.

Para comer,

de veras comer:
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antrobiótica, con la ventaja de que pueden gozarse muchas de las recomendaciones que Alonso Ruvalcaba, un tipazo que en su niñez andaba vestido de vaquero, ha ido escribiendo en La jornada cada jueves desde hace más de dos años, enriquecidas con los comentarios de sus lectores, cuates, seguidores, amores y admiradores.
El blog es una delicia: poesía, traducciones, reflexiones, digresiones inteligentes y divertidas (bueno, no todas son divertidas: ahí está una sobre el suicidio, echada al buzón la semana pasada, que no me he atrevido a revisar), además de ricos enlaces y comentarios de otros blogs.
Se actualiza dos veces por semana.
Uno se la puede perder, desde luego, pero ¡ay de uno!
(También hay que leer su artículo de cada jueves en La jornada.)

La sola mención de Blake, Engels y Lévi-Strauss ilumina este lunes


28 de noviembre

1628b John Bunyan
1718 Hedvig Charlotta Nordenflycht
1757 William Blake
1792 Victor Cousin
1793 C. J. L. Almqvist
1805 John L. Stephens
1820 Friedrich Engels
1821 Nikolai Nekrasov
1832 Leslie Stephen
1868 Maiju Lassila
1873 Louis Ginzberg
1880 Aleksandr Blok
1881 Stefan Zweig
1888 Carlos Díaz Dufoo, hijo
1894 Brooks Atkinson
1894 Genevieve Taggard
1897 Chiyo Uno
1901 Walter Havighurst
1904 Nancy Mitford
1907 Alberto Moravia
1908 Claude Lévi-Strauss
1909 Sonia Bleeker
1914 Owen Dodson
1915 Konstantin Simonov
1916 Yves Thériault
1919 Lance Jeffers
1924 Dennis Brutus
1926 Bernard Kops
1928 Miodrag Pavlovic
1931 María Victoria Atencia
1931 Tomi Ungerer
1931 Ed Young
1935 Randolph Stow
1936 Philippe Sollers
1943 Randy Newman
1944 Rita Mae Brown
1945 Mario del Valle
1947 Mary E. Lyons


Calendario de escritores, un OLIVO, 2002

Ío

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Primero me topé con unas manchas de concreto sobre ciertas calles de la Hipódromo y de la Condesa, que quise ver desde la perspectiva celeste como grandes huellas grises sobre el cemento gris. ¡Qué ingeniosos!, acusé a los hacedores. Acaso los pintarían de color café, a modo de grandes mojones urbanos.
Y me quedé con la duda, como con respecto de tantas otras cosas que suceden (o que no suceden) en la ciudad.
Hoy salgo con un sanlunes épico, al que atribuí, en primera instancia, las nuevas visiones: tamañas vacas echadas o de pies —de patas—, en un llavero monumental. Quién fuese madrugador, para darle una ordeñada a la sexicrítica trilingüe; mano, para unir los puntos numerados ("Sigue la vaca"); vaca, para ponerse el pantalón de la "Vaca Contigo"; quién estuviera pensativo para abstraer las manchas de una vaca reprobada hasta ese grado de palidez y narración (bien decía Ramón —Gómez de la Serna, por supuesto—, que las vacas aprenden geografía mirándose unas a otras sus grandes manchas negras), o crudo, me dije, para beberse, entera, la "Vacartón".
Una vaca mártir, con su vocación de veli; la vaca, me dicen, telefónica y aquella, pensé, conquistadora, pero no: es la metavaca, apestoso homenaje a los rumiantes. De por sí no alcanza para los camiones, siquiera se podrá caminar gozosamente, viendo ancestrales, maravillosas, irrefutables vacas.

Tiene la vida, ya, departamentos.
La vaca de un museo antropológico
pasta sola su urbana mansedumbre.
Link

27.11.05

Nota acerca del Calendario de escritores

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Nota: Las fechas de bautizo están señaladas con una b, luego del año. Después del nombre, se consignan los premios Cervantes, Villaurrutia, Alfonso Reyes, Octavio Paz, Nobel y Juan Rulfo (de cursivas). Se agradecen desde hoy tanto las enmiendas y adiciones como los comentarios; por favor, envíense a:
<unolivo@terra.com.mx>.


Calendario de escritores, un OLIVO, 2002

25.11.05

La cocina del maíz, patrimonio de la humanidad

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Tan movedizo como la decisión del jurado, el patrimonio de la humanidad conocido como la cocina del maíz no obtuvo hoy el reconocimiento de la UNESCO. En tanto no se conozca la razón de tal negativa, vale creerse que, en colusión con empresas transnacionales, el alimento milenario expuesto a la agresión comercial queda deliberadamente desprotegido y sujeto, si no a su extinción, a su empobrecimiento y reducción de sus variedades.

Véase el trabajo incesante de Cristina Barros y, como muestra, su artículo "Maíz, nuestra vida", de la semana pasada, que había de ser propiciatorio, Itacate, en coautoría con Marco Buenrostro: <http://www.jornada.unam.mx/2005/11/22/a06o1cul.php>.